sábado, 15 de febrero de 2014
miércoles, 5 de febrero de 2014
Cuando llega el momento de enseñar a multiplicar a los chicos, una puede entrar en pánico. ¿Cómo cuernos hacer? ¿Por dónde empezar?
Ok, ¿Y cuándo es el momento? Cuando el niño tiene la madurez y los conocimientos previos como para aprender. Debe manejar bien sumas y restas. Debe saber contar de 2 en 2, de 3 en 3, etc. Debe poder resolver problemas concretos en los que se requiera la suma o la resta o ambas para su resolución…. y lo más importante de todo: el momento ideal para empezar es cuando está interesado en aprender a multiplicar.
El error más común: empezar por la memorización de las tablas. ¡Ay las tablas! La gente tiene una obsesión con ellas. Siempre cuento que cuando alguien se entera de que Gaia no va a la escuela, me miran con asombro, luego voltean a verla a ella y lo primero que le dicen es ¿y ya te sabes las tablas?
Las tablas son la última cosa que un nene debe aprender para cerrar el tema de aprendizaje de la multiplicación.
¿Y cómo empezar?
Trabajando el concepto de que una multiplicación es una suma sucesiva de un mismo número.
Por ejemplo, que 4 x 3 es 4 veces 3, es decir: 3+3+3+3
¿Qué recursos utilizar en este punto?
Yo recomiendo 2 recursos: las regletas y los cuadros de doble entrada como éste:
Estos cuadros sirven para colorear cualquier multiplicación de números hasta 10. Si tenemos que resolver, por ejemplo, 4×5, ubicamos el 4 en la columna izquierda de la tabla y el 5 en la fila superior, y coloreamos el cuadrado resultante de la intersección, y luego todos los cuadraditos de “adentro”. Luego si el peque suma los cuadritos coloreados, obtendrá el resultado de la multiplicación.
Con estos 2 recursos vamos a empezar a trabajar la suma sucesiva de números, y comprobar el resultado. También nos servirán para ensañar que el orden de los factores no altera el resultado (4×3 da el mismo resultado que 3 x 4).
El blog seeducansolos.wordpress.com ha publicado este video buenísimo para entender cómo se utilizan las regletas para aprender a multiplicar. Si quieres verlo, haz click ACÁ.
¿Y luego, qué sigue?
Una vez que el nene comprende cómo funcionan las multiplicaciones, es hora de que empiece a aplicarlas. La herramienta principal: una calculadora.
Regálale una calculadora (si aún no tiene una) y enséñale cómo hacer una multiplicación.
Y luego… a practicar! Puedes utilizar problemas en su cuaderno, pero también puedes utilizar situaciones de la vida cotidiana: contar cuántas baldosas tiene la sala, cuánto dinero necesita para comprar su dulce preferido para cada uno de sus amigos… puedes llevarlo al súper (siempre con su calculadora en mano) y mientras se pasean por las góndolas, irle preguntando: “aquí dice que la mayonesa está a 35 pesos… tú que tienes la calculadora, ¿me puedes decir cuánto me saldrían 5 mayonesas?”. Para cuentas muy sencillas, puede practicar el cálculo mental (ten en cuenta que va a estar haciendo sumas sucesivas, así que no lo presiones y déjalo pensar todo lo que quiera).
Y cuando estés segura de que conoce el proceso y lo sabe aplicar con su calculadora o su cabeza, entonces puedes empezar a enseñarle las tablas.
Para empezar a ver las tablas con Gaia, utilicé 2 recursos que puedes conocer en este post que escribí hace tiempo, y también en este otro.
También hay muchas apps que harán que los chicos vayan aprendiéndoselas de forma muy divertida. Y si buscas, hay métodos muy curiosos, por ejemplo hay un método para aprender las tablas del 6 al 9 con los dedos, que puedes ver ACÁ.
Y un último consejo: no te agobies por el tema del aprendizaje de las tablas de multiplicar. Te aseguro que es mucho más importante que tu hijo sepa aplicar una multiplicación correctamente que haber memorizado las tablas. Eso vendrá con el tiempo, luego de utilizarlas y utilizarlas.
Y la pregunta del millón: ¿es importante que los chicos memoricen las tablas?
Yo creo que sí es importante, ya que no siempre vamos con una calculadora en la mano o en el bolsillo, y a mí en lo particular no me gustaría ser una dependiente del aparatito y no poder calcular rápidamente en pequeñas actividades de la vida cotidiana que requirieran del uso de una multiplicación. Creo que el punto importante es que el proceso de memorización no sea el eje sobre el que gira el aprendizaje de la multiplicación.
Ok, ¿Y cuándo es el momento? Cuando el niño tiene la madurez y los conocimientos previos como para aprender. Debe manejar bien sumas y restas. Debe saber contar de 2 en 2, de 3 en 3, etc. Debe poder resolver problemas concretos en los que se requiera la suma o la resta o ambas para su resolución…. y lo más importante de todo: el momento ideal para empezar es cuando está interesado en aprender a multiplicar.
El error más común: empezar por la memorización de las tablas. ¡Ay las tablas! La gente tiene una obsesión con ellas. Siempre cuento que cuando alguien se entera de que Gaia no va a la escuela, me miran con asombro, luego voltean a verla a ella y lo primero que le dicen es ¿y ya te sabes las tablas?
Las tablas son la última cosa que un nene debe aprender para cerrar el tema de aprendizaje de la multiplicación.
¿Y cómo empezar?
Trabajando el concepto de que una multiplicación es una suma sucesiva de un mismo número.
Por ejemplo, que 4 x 3 es 4 veces 3, es decir: 3+3+3+3
¿Qué recursos utilizar en este punto?
Yo recomiendo 2 recursos: las regletas y los cuadros de doble entrada como éste:
Estos cuadros sirven para colorear cualquier multiplicación de números hasta 10. Si tenemos que resolver, por ejemplo, 4×5, ubicamos el 4 en la columna izquierda de la tabla y el 5 en la fila superior, y coloreamos el cuadrado resultante de la intersección, y luego todos los cuadraditos de “adentro”. Luego si el peque suma los cuadritos coloreados, obtendrá el resultado de la multiplicación.
Con estos 2 recursos vamos a empezar a trabajar la suma sucesiva de números, y comprobar el resultado. También nos servirán para ensañar que el orden de los factores no altera el resultado (4×3 da el mismo resultado que 3 x 4).
El blog seeducansolos.wordpress.com ha publicado este video buenísimo para entender cómo se utilizan las regletas para aprender a multiplicar. Si quieres verlo, haz click ACÁ.
¿Y luego, qué sigue?
Una vez que el nene comprende cómo funcionan las multiplicaciones, es hora de que empiece a aplicarlas. La herramienta principal: una calculadora.
Regálale una calculadora (si aún no tiene una) y enséñale cómo hacer una multiplicación.
Y luego… a practicar! Puedes utilizar problemas en su cuaderno, pero también puedes utilizar situaciones de la vida cotidiana: contar cuántas baldosas tiene la sala, cuánto dinero necesita para comprar su dulce preferido para cada uno de sus amigos… puedes llevarlo al súper (siempre con su calculadora en mano) y mientras se pasean por las góndolas, irle preguntando: “aquí dice que la mayonesa está a 35 pesos… tú que tienes la calculadora, ¿me puedes decir cuánto me saldrían 5 mayonesas?”. Para cuentas muy sencillas, puede practicar el cálculo mental (ten en cuenta que va a estar haciendo sumas sucesivas, así que no lo presiones y déjalo pensar todo lo que quiera).
Y cuando estés segura de que conoce el proceso y lo sabe aplicar con su calculadora o su cabeza, entonces puedes empezar a enseñarle las tablas.
Para empezar a ver las tablas con Gaia, utilicé 2 recursos que puedes conocer en este post que escribí hace tiempo, y también en este otro.
También hay muchas apps que harán que los chicos vayan aprendiéndoselas de forma muy divertida. Y si buscas, hay métodos muy curiosos, por ejemplo hay un método para aprender las tablas del 6 al 9 con los dedos, que puedes ver ACÁ.
Y un último consejo: no te agobies por el tema del aprendizaje de las tablas de multiplicar. Te aseguro que es mucho más importante que tu hijo sepa aplicar una multiplicación correctamente que haber memorizado las tablas. Eso vendrá con el tiempo, luego de utilizarlas y utilizarlas.
Y la pregunta del millón: ¿es importante que los chicos memoricen las tablas?
Yo creo que sí es importante, ya que no siempre vamos con una calculadora en la mano o en el bolsillo, y a mí en lo particular no me gustaría ser una dependiente del aparatito y no poder calcular rápidamente en pequeñas actividades de la vida cotidiana que requirieran del uso de una multiplicación. Creo que el punto importante es que el proceso de memorización no sea el eje sobre el que gira el aprendizaje de la multiplicación.
http://www.aprendeconalas.com/2013/05/como-ensenar-a-multiplicar-a-los-ninos.htmlhttp://www.aprendeconalas.com/2013/05/como-ensenar-a-multiplicar-a-los-ninos.html
Suscribirse a:
Entradas (Atom)